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Complicada situación se registró en el Cauca y en la vía Panamericana

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Una vez más se registraron problemas sobre la vía Panamericana como consecuencia de los enfrentamientos entre los indígenas y el Escuadrón Móvil Antidisturbios en el departamento del Cauca.
En esta ocasión, según testigos, hombres encapuchados atravesaron dos camiones sobre la vía a la altura de Quinamayó, municipio de Santander de Quilichao, les pincharon las llantas y al mismo tiempo obligaron a los pasajeros a bajarse de un bus de Expreso Palmira, el cual luego incineraron.
Me amenazaron con machete y una pistola, que me bajara que iban a quemar el carro y entonces yo me bajé y encendieron el carro”, afirmó Villamil Bravo, conductor del Expreso Palmira.
El comandante de la Policía de Carreteras en el Cauca, mayor Richard Sanabria, informó que los hechos se presentaron pasadas las 6:00 de la mañana y fueron perpetrados por un grupo de cerca de 30 personas. "El Esmad reaccionó rápidamente y los vehículos fueron retirados de la vía, al igual que los indígenas", dijo el oficial, al anotar que el paso se rehabilitó hacia las 9:30 a. m.
Por su parte, Eduardo Camayo, consejero mayor del Consejo Regional Indígena del Cauca, CRIC, negó que su comunidad haya protagonizado los disturbios al asegurar que la concentración de indígenas se lleva a cabo en el sector de La Agustina, zona rural de Mondomo, y en Corinto. "Si son indígenas, no sabemos cuáles serán. Las movilizaciones nuestras las aprovechan otras personas para desdibujar nuestro propósito", afirmó.
Autoridades confirmaron que cuatro vehículos resultaron afectados, el incinerado y otros tres que les fueron pinchadas las llantas y quebraron sus parabrisas con piedras.
“Me obligaron a que atravesara el bus, yo no quise atravesarlo porque ya había atravesado otro carro, me amenazaron entonces me tocó quitarme y entregarles las llaves”, afirmó Hugo Armando Zúñiga, conductor de bus de la empresa Expreso Bolivariano.
Entretanto, los transportadores carga desde el sur del país aseguran que están asumiendo un riesgo muy alto al transitar por la vía Panamericana.
“De Ipiales están dañando las mulas, están dañando los camiones, pinchando llantas”, aseguró Román Andrés, transportador.
Asimismo, las autoridades también reportaron disturbios en el corregimiento de Tres Quebradas, zona rural de Santander de Quilichao, donde se registró el lanzamiento de artefacos explosivos de bajo poder, los cuales ocasionaron heridas a miembros de la Fuerza Pública.
La situación más grave la viven habitantes de por lo menos ocho veredas de Mondomo, en el norte del Cauca, quienes aseguran que sus casas fueron invadidas por indígenas.
“Estamos con los hijos enfermos por el gas lacrimógeno, nos están dañando las casas, lo único que hacen es darse piedra pero no buscan solución”, afirmó un campesino afectado.
Señalan que las casas han sido saqueadas y averiadas.
“Porque los indígenas no respetan absolutamente nada ellos se meten a las casas y dañan lo que sea, cogen lo que sea”, agregó el campesino.
Los enfrentamientos se han estado desarrollando desde la semana pasada en varios puntos del Cauca, especialmente a la altura de Corinto, donde más de 10 mil indígenas se tomaron unos predios que pertenecen al ingenio Incauca y los cuales deben ser desalojados por orden de un juez.
Los indígenas reclaman 6.500 hectáreas de tierra en la parte plana del Cauca, según ellos, para dar cumplimiento a un acuerdo establecido tras la masacre de El Nilo el 16 de diciembre de 1.991, donde murieron 21 indígenas a manos de miembros de la Policía y civiles armados.

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