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Cae el sol para Gustavo Cerati: perfil

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El 14 de diciembre de 1992 más 250.000 personas se reunieron en la Avenida 9 de julio, de la ciudad de Buenos Aires, para un recital de "Soda Stereo". Los ‘soda' estaban en la cumbre máxima de su éxito y Cerati no sospechaba la suerte que su salud le jugaría casi veinte años más tarde.
Ese día, el grupo formado por Gustavo Cerati, ‘Zeta' Bosio y Charly Alberti marcó un récord de asistencia de cualquier banda de rock en español hasta el momento. Es más, pocos artistas en la historia de la música han logrado esa hazaña. Un largo camino había sido recorrido para llegar allí.
La carrera artística de Gustavo Adrián Cerati Clark estaría ligada desde un principio a la banda que él y dos amigos más formaron en la década de los ochenta y que, sin que ellos lo sospecharan siquiera en aquellos años de juventud, se volvería en uno de los grupos más importantes y con más récords en Latinoamérica.
Desde pequeño, Cerati había demostrado interés por la música. Aunque no sobresalió como estudiante, llegó a dirigir el coro de su colegio, el Instituto San Roque, en donde fue amonestado alguna vez por eructar en medio de la misa. En su adolescencia formó grupos con los que participó en concursos.
Pero sería el año 1982 uno de los más importantes para Cerati. En ese época conoció y creó amistad con Héctor ‘Zeta' Bosio, luego de encontrarse en Punta del Este, a donde ambos habían ido a tocar con sus respectivos grupos. Pronto se les uniría Charly Alberti para formar lo que en un principio se llamó "Los Estereotipos" y luego "Soda Stereo".
La historia que siguió la conoce más o menos todo el mundo. Los ‘soda' empezaron a tocar en bares y clubes de Buenos Aires hasta convertirse en un fenómeno de masas en Latinoamérica. Rompieron récords en ventas, llenaron estadios (hasta seis veces seguidas en el caso del Monumental de River Plate, en su gira de regreso ‘Me verás volver') y crearon un fervor casi religioso en torno a la banda.
Pero como muchos de los grandes grupos musicales, estaban destinados a separarse. Y ello ocurrió, oficialmente, en 1997.
El ídolo en solitario
De ahí en adelante, la historia de Gustavo Cerati se volvió la de un solista, sin tanto estruendo en términos de cifras pero también exitosa en lo comercial y en lo musical.
Ensayó con obras sinfónicas, trabajó con lo más granado de la música, como Roger Waters y Andy Summers; fue productor de Shakira, tuvo una pequeña incursión en la actuación, lanzó una colección de ropa y regaló a sus fanáticos cinco álbumes de estudio y otros trabajos discográficos. Tuvo un gran momento que se acercó a las enormes multitudes de ‘Soda', cuando reunió a cerca de doscientas mil personas en un concierto gratuito durante el verano de 2007, en Buenos Aires.
Su álbum "Fuerza Natural" parecía ser un paso más en su larga trayectoria de discos, lanzamientos, conciertos y viajes. Pero algo no salió como se esperaba.
Temas como la vida sana no habían sido una prioridad del argentino. Por el contrario, en sus años de música se excedió en el alcohol, el cigarrillo y otras sustancias.
"A lo largo de los años he jugado con el abuso y con la constricción en varias oportunidades -dijo en una entrevista con la revista Rolling Stone de Argentina-. Sucede que algunos hemos tenido mejores niveles de alarma".
Y no eran solo palabras. En 2007 su salud ya le había dado una advertencia. Sufrió una tromboflebitis que lo dejó en terapia intensiva. El cigarrillo había hecho mella al fin. Sus allegados dicen que fumaba dos paquetes al día. Después de ese incidente, su madre le había pedido que dejara este vicio. Y lo intentó con poco éxito. Pero sus otros excesos también le habían jugado malas pasadas.
Tal como lo recuerda el diario El Mercurio en una nota dedicada al músico: "Cerati tuvo, efectivamente, varios avisos. Uno de ellos sucedió temprano, durante la grabación del disco ‘Signos'.
El ritmo que imponía la banda sólo podía sostenerse con cocaína. Mucha. Las letras se escribieron casi que la noche previa a la presentación en vivo del disco. Así se hacían las cosas.
Y así quedaban las personas. Cerati terminó la grabación de ‘Signos', el disco que catapultó a ‘Soda Stereo' en todo Latinoamérica, metido en un hospital, desesperado y pensando que estaba por morirse. Pero no murió. Y si nadie se enteró nunca de nada es porque Cerati siempre supo cultivar su imagen. Desde afuera sólo se percibían su voz elegante, su eterna cara impúber, sus peinados majestuosos, raros, nuevos".
El principio del fin
Por ello, por esa presencia siempre elegante y majestuosa dentro y fuera del escenario y su halo de superestrella indestructible fue que muchos se sorprendieron cuando el 15 de mayo de 2010 el cantante fue trasladado a un centro clínico, por una descompensación sufrida después de un concierto en Caracas.
Con el paso de las horas, se sabría que en realidad había sufrido un accidente cerebrovascular y que su situación era delicada. Fue intervenido de urgencia y el neurólogo a cargo confirmó a los medios que el ex "Soda Stereo" "había sufrido daño cerebral extenso".
Gustavo Cerati -líder de una de las bandas insignia del rock en español, ídolo de millones de seguidores en su continente y artista respetado- sucumbía, para tristeza de los fanáticos y del mundo de la música.
"Hace mucho que me considero un sobreviviente -dijo el músico en una entrevista-. Me encuentro con gente de mi edad, gente cercana con la que crecimos juntos en la popularidad, y realmente somos sobrevivientes. Siento un poco eso. Te metiste de todo y seguís forzando la máquina".
Pero la máquina dejó de funcionar. Hoy, 4 de septiembre, Cerati murió por un paro respiratorio.
Por sobretodo, Latinoamérica pierde a un gran músico. No hay que olvidar que algunas de sus composiciones han entrado al listado de las más destacadas de la música en español de todos los tiempos y que fue seguido por varias generaciones.
Por sus canciones, por llenar estadios, por ser un 'soda', por su fama, por innovar, por romper paradigmas y por mucho más, Gustavo Adrián Cerati Clark será recordado.
A él, gracias totales.

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