Ashley, un empresario británico que compró la mayoría de acciones del club en 2007, renombró el estadio con la marca de una de sus compañías, sin que este movimiento suponga beneficio económico directo para el Newcastle, según recoge este jueves la cadena británica BBC.
La intención del club es demostrar que el estadio es susceptible de ser patrocinado a largo plazo por otra empresa, explicó el director de mercadotecnia de la entidad, Derek Llambias.
"El Newcastle está buscando un patrocinador que adquiera los derechos del nombre del estadio. Es una fórmula muy lucrativa que permite a los clubes asegurarse unos ingresos adicionales muy importantes", señaló Llambias.
Según los cálculos del director de mercadotecnia, el club podría generar diez millones de libras al año (unos 11,5 millones de euros) si lograra un patrocinio conjunto del estadio y la camiseta del Newcastle.
La noticia provocó numerosas críticas entre los aficionados del Newcastle, que hasta ahora estaban viviendo una temporada sin sobresaltos, con su equipo clasificado en el tercer lugar de la liga inglesa.
"Es una medida muy difícil de aceptar. Todos entendemos que en el fútbol hay que generar los máximos ingresos, pero creo que la mayoría de los aficionados están en contra de cambiar el nombre al estadio", señaló al diario "The Guardian" Mark Jensen, editor de un fanzine dedicado al equipo.
Otra de las voces contrarias a la operación es la del ex presidente del club Freddy Shepherd, que pronosticó que los potenciales inversores que quiere captar la directiva del Newcastle se verán desalentados por el hecho de que el club ya haya cambiado una vez el nombre del estadio.
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