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Querer es poder: niño con síndrome de Down da cátedra de excelencia

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Lo que con amor se enseña recibe doble recompensa. John David, con tan solo dos años y con síndrome de Down, es el ejemplo de un niño educado con cariño, disciplina y paciencia.

El niño es capaz de recitar el abecedario completo y sin titubeos. Lo hace de la A a la Z con gran esfuerzo, pero también con la suficiente dulzura y entrega.

Su maestra ha sido su propia abuela, Pam Sapp. Orgullosa del progreso alcanzado por su nieto, lo grabó en un video de un poco menos de un minuto que este martes estaba a punto de alcanzar los 15 millones de reproducciones en Facebook.

Best ABC's I ever heard! Wait for the W The Bell Center for Early Intervention ProgramsJukin Media Verified (Original)* For licensing / permission to use: Contact - licensing(at)jukinmediadotcomPosted by Pam Gables Sapp on Domingo, 24 de enero de 2016
https://www.facebook.com/pam.g.sapp/videos/10206152046973764/

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“El mejor abecedario que jamás he oído. Espere por la W”, escribió Sapp en la leyenda de su publicación.

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Y no se equivoca. Los cibernautas le dan hoy la razón.

¡Maestra! Esta terrier sorprende con su rutina de yoga para perros

Judy sabe lo que hace. Es una terrier australiana con un gran dominio del cuerpo. Su dueña descubrió esta habilidad y le enseñó a ejercitarse a través del doga o yoga para perros.

Una rutina corta, pero convincente es la que la que la tiene en el ojo de las redes sociales.

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En un video de tan solo 16 segundos, saluda, extiende su tapete, se acuesta y empieza a realizar estiramientos y flexiones sin perder el equilibrio. ¡Toda una maestra!

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El caballo sonriente y la selfie de la discordia

David Bellis, de 31 años y oriundo de Inglaterra, se ganó un premio millonario por una selfie que se tomó junto a su hijo y un caballo. Hasta aquí, la felicidad era completa.

La foto se hizo viral y logró el primer puesto de un concurso que galardonaba la mejor imagen que invitara a sonreír.

El premio consistía en un viaje de 2.800 dólares (unos nueve millones de pesos) que Bellis tendría derecho a elegir. Ahí comenzaron sus problemas.

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La dueña del caballo apareció para reclamar parte del botín. Según ella, nadie le pidió autorización para posar con el animal.

Bellis le dijo que el caballo estaba en el camino de su hijo a la escuela y que se trató de una foto espontánea en espacio público. En las redes sociales, los usuarios lo respaldaron.

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La firma comercial decidió esta semana entregarle el premio a Bellis.  

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