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Manifestaciones a favor y en contra del gobierno de Rafael Correa en Ecuador

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El oficialismo y la oposición en Ecuador han vuelto a reeditar un pulso político en las calles de Quito, con nutridas manifestaciones y concentraciones de confrontación y réplicas, a tres días para la llegada del papa Francisco.

El Frente Unitario de Trabajadores (FUT), la mayor central obrera del país, realizó una nutrida marcha por varias calles del centro de la capital, que contó con el apoyo de organizaciones estudiantiles y sociales.

Los sindicatos, además de exigir mejoras salariales y la derogación de la normativa laboral a la que consideran "antiobrera y antipopular", criticaron la supuesta "criminalización de la protesta" por parte del Gobierno del presidente Rafael Correa.

Banderas rojas dominaron en gran parte del trayecto, así como pancartas con reivindicaciones de todo tipo, al ritmo de la principal consigna de la marcha: "Fuera, Correa. Fuera". "Ya basta de prepotencia, basta de tanta corrupción", gritaron manifestantes durante la movilización, que pasó por varias bocacalles custodiadas por fuertes piquetes policiales que impedían el paso hacia la plaza de la Independencia, donde se encuentra el Palacio de Gobierno.

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La manifestación sindical también fue apoyada por la Federación Médica Ecuatoriana, que por su parte criticó la creación de una entidad estatal de control del servicio sanitario a nivel nacional y reformas al código penal, que sanciona la mala práctica profesional.

Al finalizar la tarde, una marcha convocada por el legislador opositor Andrés Páez, también llegó al centro de la ciudad al grito de "Fuera, Correa. Fuera".

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Los seguidores de Páez exigen la retirada de unas reformas que permitirían subir los impuestos a las herencias y a la plusvalía inmobiliaria, medidas que, según el Gobierno, no afectarán a los pobres ni a la clase media, sino solo a las familias más ricas del país.

Entrada la noche, grupos de personas intentaron romper el cerco policial para acceder a la plaza de la Independencia, pero los agentes lo impidieron, incluso con el uso de la caballería que dispersó a los manifestantes.

Por más de una hora se registraron los fallidos intentos de los manifestantes por superar las vallas de seguridad, reforzada con policías equipados con escudos antimotines. La Policía denunció que varios agentes resultaron con heridas por los forcejeos registrados.

El oficialismo, por su parte, congregó a miles de sus simpatizantes en la Plaza de la Independencia con la consigna de "Defender la democracia" y de permanecer en vigilia permanente frente a los supuestos intentos desestabilizadores de la oposición.

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Y es que la víspera, el ministro del Interior, José Serrano, denunció la existencia de un supuesto plan de la oposición para desestabilizar el Gobierno, que incluía la posible arremetida de los manifestantes contra los cercos policiales, para permitir la entrada de las marchas hasta la casa presidencial.

El presidente Correa, en una tarima instalada en la plaza de la Independencia, incluso dijo que la supuesta conspiración había fracasado ante la masiva concentración oficialista.

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También criticó que las manifestaciones de protesta se den a pocos días de la llegada a Ecuador del papa Francisco, cuando se espera que el ambiente en el país sea de paz y tranquilidad.

"Ojalá todos escuchemos su mensaje de bondad, de unión, de paz; pero paz verdadera, que solo se puede fundamentar en la justicia", agregó el mandatario, quien dijo ser un fiel seguidor del pensamiento de Francisco.

El gobernante también criticó una reunión de alcaldes opositores en la ciudad portuaria de Guayaquil, donde expresaron su interés de mantener las movilizaciones contra el Gobierno.

Correa replicó a los ediles y dijo que si lo que quieren es el poder, lo obtengan de manera democrática en las elecciones presidenciales de 2017, a las que el mandatario también podría presentarse para una nueva reelección, aunque aún no lo ha confirmado.

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El alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, y el de Quito, Mauricio Rodas, en una rueda de prensa coincidieron en señalar que si Correa no atiende las demandas de la población, convocarán "a una movilización masiva en la ciudad de Quito".

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