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El patrullero Jairo Díaz había pisado incómodos callos

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Alejandra Moreno, residente en el municipio de Palestina, Caldas, aseguró que el patrullero le había manifestado en algún momento que se sentía más tranquilo de trabajar en Bogotá, pues irónicamente pensaba que era más seguro.
Según la mujer, Díaz la llamó un día para contarle acerca de un operativo en el que se incautaron 32 kilos de marihuana.
"Esto se calentó", fue la frase que el patrullero dijo a su amiga.
El uniformado le manifestó entonces que creía que la situación era bastante compleja en el sitio donde trabajaba.
Durante el sepelio, el padre de Díaz pidió a su hijo fallecido que perdone a las personas que lo habrían asesinado.
¿Crimen o accidente? La investigación continúa.

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