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Un concejal que huye de la Policía en contravía: escándalo de la semana

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El pasado domingo 13 de octubre, una llamada de la comunidad alertó a la Policía de dos hombres que habían dejado parqueado su carro en una importante avenida de Bogotá y que se encontraban dormidos.
Cuando los policías se acercaron y pidieron a los individuos, al parecer en estado de ebriedad, que abrieran la puerta estos se negaron y comenzaron una persecución por las calles de Bogotá, incluso en contravía, que solo terminó en la Escuela Militar a donde la loca caravana entró sin ningún tipo de restricción.
Carlos Enrique Martínez, concejal de Chía, era quien manejaba.
No contento con violar el mayor número de reglas de tránsito posible, cuando fue detenido el servidor público se negó a practicarse la prueba de alcoholimetría sin la presencia de su abogado, lo cual se hizo seis horas después y después de que su familia le suministrara alimentos.
Ante el resultado negativo de esta, la Fiscalía no encontró méritos para pedir la medida de aseguramiento.
No era, además, el primer escándalo en que se veía involucrado este funcionario pues en 2012 insultó a unos policías que lo detuvieron por conducir una motocicleta sin que él y su compañera usaran casco. En primera instancia, la Procuraduría lo había destituido por falta gravísima. Este fallo fue apelado por el concejal, razón por la cual se encontraba en ejercicio cuando sucedió la persecución.
Martínez ha sostenido en este caso que es víctima de una persecución de la Policía por algunas denuncias que ha hecho y aseguró que huyó para proteger su vida.
Mientras se discutía el tema, la Procuraduría dejó en firme la destitución e inhabilidad por 10 años del político por los hechos del año pasado. El Ministerio Público también anunció una investigación por los hechos del pasado domingo y la Fiscalía ha expresado que piensa imputarle cargos.
Pero queda en el ambiente si existió falta de autoridad de la Policía en este caso, las fallas de seguridad de una de las guarniciones militares más importantes del país y la debilidad de la justicia para castigar a quien debería dar ejemplo de comportamiento. ¿Usted qué opina?

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