La ayuda es un alivio para 12 adultos mayores, entre ellos un hombre de 104 años, que tiene que hacer largos recorridos en Urabá para recibir el dinero.
En ese lapso, al centenario Leonidas lo acompaña su nieta, con quien va hacia la carretera para tomar un transporte que lo lleve de la vereda Diamante, donde vive, hasta Apartadó, a reclamar el subsidio del Gobierno Nacional.
Cuentan que como en otras oportunidades, él no alcanzó a tomar el bus, entonces debe esperar otro día más para ir y cobrar su ayuda económica.
“Y qué voy a buscar si ya no puedo. Estoy perdido de la vista y también de los oídos, es que soy muy viejo también, oyó”, dijo el adulto mayor mientras se ríe.
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Pero él no es el único que pasa dificultades. La falta de transporte, y en muchas oportunidades de alimentos, también tiene preocupados a otros once adultos mayores de la zona.
“Aquí la tenemos dura porque, como estamos en la cuarentena, no tenemos transporte. Tenemos que esperar los chiveros para salir para Apartadó y de ahí comprar mercados y regresar para la vereda, por ahí unos cuarenta minutos para ir y otros 40 minutos para venir”, contó Bruno Ávila Méndez, habitante de la vereda El Diamante, de Turbo (Antioquia).
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Desesperados por la situación, uno de ellos llamó a la línea de emergencia 1,2,3. De inmediato, un grupo de policías asumió la misión y pasando todo tipo de dificultades en un bus, y con todas las medidas sanitarias, recogieron a los once adultos mayores, especialmente a don Leonidas y lo trasladaron hasta Apartadó durante casi una hora de camino.
“A las dificultades de distancia también se asociaba su edad, dificultad de movilidad de estas personas por su propios medios, por esos las cargamos de salida y entrada de sus vehículos para hacer el cobro del que tenían derecho”, explicó el coronel Giovanny Puentes Aguilar, comandante de la Policía de Urabá.
Allí les ayudaron para agilizarles el pago. Luego de que muchos hicieron mercado, subieron al bus de la Policía, que los regresó a la vereda.
“Está distante a una hora y 30 minutos aproximadamente de la zona urbana, facilitamos el transporte y la dotación de elementos de bioseguridad para poderlas transportar y cobrar el auxilio que tiene derecho”, manifestó el coronel Puentes Aguilar.
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Cuenta la Policía que mientras buscan los recursos para continuar ayudando a que estos abuelos, también realizan barridos en otras alejadas zonas del país para ayudar a más adultos mayores que estén pasando por estas mismas necesidades y dificultades durante esta cuarentena.
Es así cómo, en medio de la cuarentena, sin transporte, con comida escasa y sus recursos económicos a punto de perderse, a los abuelitos se les aparecieron varios ángeles que les dieron una mano.
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