Asesinan a topógrafos que con engaños habían sido secuestrados en Urrao

Las víctimas que residían en Medellín se habían trasladado a ese municipio de Antioquia el pasado martes para concretar un aparente negocio.

María Eugenia Ramírez, secretaria de Gobierno de Antioquia, confirmó este sábado que dos hombres que habían sido secuestrados el pasado martes en el municipio de Urrao, fueron asesinados por sus captores.

La funcionaria indicó que las dos personas habían sido contactadas para hacer un negocio en ese municipio y fueron abordadas por delincuentes que los secuestraron y tomaron fotografías para extorsionar a las familias.

Ramírez aseguró que tanto el Ejército, la Policía y la Fiscalía están al frente del caso, “al parecer ya hay una persona capturada”, manifestó.

Las víctimas de este aparente secuestro extorsivo fueron identificadas como Huber Ballesteros Arbeláez, de 67 años y Luis Guillermo Carrillo Limas de 31, dos topógrafos de una empresa que ofrece diferentes servicios como levantamiento de mapas con ayuda de drones.

“Fueron llamados supuestamente para que realizaran un trabajo en zona rural del municipio de Urrao, allí hicieron presencia al parecer dos sujetos quienes inicialmente los amarran. Aparentemente de acuerdo a la investigación les quitaron la vida el mismo día en que hicieron presencia en este sector”, señaló el general Óscar Atehortúa, director de la Policía Nacional.

El general indicó que los delincuentes les tomaron fotografías para extorsionar a sus familias, “las personas extorsionadas lograron entregar un millón de pesos y a pesar de que habían sido asesinados siguieron cobrando dinero, un monto alrededor de 150 millones para poder devolverlos con vida”, agregó.

Atehortúa manifestó que el Gaula de inmediato se trasladó hasta la zona rural y pidió la colaboración de las fuerzas militares y ubicaron los cuerpos.

Finalmente, el director de la Policía agregó que por estos hechos ya fueron capturadas dos personas “que corresponden hasta el momento a delincuencia común que pretendían simplemente extorsionar y obtener beneficios económicos”.

Las autoridades también tratan de establecer si hay una tercera persona involucrada, quien desde la cárcel daba las órdenes a estos delincuentes.