El religioso ha asegurado que las acusaciones hacen parte de un plan para acabar su carrera en la Iglesia.
La Congregación para la Doctrina y la Fe, como tribunal de justicia canónica del Vaticano, determinó suspender al presbítero, Carlos Arturo Yepes. El mismo papa Francisco ordenó la medida.
La curia de Medellín lo confirmó en un comunicado en el que aseguró que “se ha ordenado la realización de un proceso judicial penal”.
Expertos en derecho canónico explicaron los alcances de esta medida:
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“Si hacemos un paralelo con la justicia ordinaria o con el derecho penal es como cuando se emite un auto de medida de aseguramiento contra un ciudadano, es decir, privarlo de la libertad en establecimiento carcelario o en su domicilio o en su defecto una medida de aseguramiento no privativa de la libertad, con esto no quiere decir que ya hay una condena en firme”, señaló Oscar Santamaría, abogado.
La condena será proferida únicamente por la justicia canónica. Ante la ordinaria, el único proceso por presunto abuso sexual fue instaurado en el 2013, por Hernán David Morales Álvarez, quien trabajó en una parroquia con el sacerdote y quien después de ser denunciado por injuria y calumnia, decidió retractarse como consta en un documento de la Fiscalía.
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El suspendido sacerdote guardo silencio sobre la medida de suspensión, pero en el 2018, a través de sus redes sociales, aseguró que las denuncias por presunto abuso sexual de menores hacían parte de un plan para acabar con su carrera sacerdotal.
“Se trata de un elaborado montaje, hecho por personas que desean enlodar mi trabajo pastoral de muchos años, mi honra y buen nombre a partir del escándalo mediático”, dijo Yepes en septiembre de 2018.
La investigación seguirá a cargo del arzobispo de Medellín, monseñor Ricardo Tobón y la Arquidiócesis, según mencionaron en el comunicado, cuando termine la cuarentena.
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