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Campesino da clases de cocina colombiana vía WhatsApp

Su nombre es Edwin Aristizábal, vive en la vereda La Aguada del municipio de Granada, ubicado a unas dos horas de Medellín.

Edwin Aristizábal es un campesino que da clases de cocina colombiana vía WhatsApp. La primera vez que salió de La Tranquilidad, la parcela en la que vive en Granada, un municipio ubicado en el oriente de Antioquia, fue para grabar una de sus recetas.

“Antioquia, bienvenidos a la clase de cocina campesina y hoy vamos a aprender a hacer una deliciosa bandeja paisa”, se le escucha decir en el video de su primera clase.

Un grupo de chefs se dio a la tarea de reunir familias para que aprendieran los secretos de la cocina tradicional colombiana de voz de Edwin.

A La Tranquilidad no llega la señal de internet, perosí lo hizo por muchos años la violencia.

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Desde allí, el campesino cuenta qué significa para él el campo: “Es como la raíz, es que mi mamá siempre ha sido campesina, mi abuela; tengo gallinas, vacas, caballos, pollos y cultivos, tengo lo que es café, árboles frutales”, cuenta Edwin.

Él no conoce de técnicas de cocina, pero sí recuerda muy bien los consejos de su mamá y su abuela para la buena sazón.

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Y mientras Edwin repasa uno a uno los ingredientes antes de la clase, en Bogotá, Tunja y hasta Cerdeña, Italia, sus alumnos se preparan.

“Además de aprender a hacer un plato típico, como lo es la bandeja paisa, voy a aprovechar a pasar un tiempo con mi familia”, dice Luisa Castellanos, una estudiante de clase de cocina de Edwin.

Y mientras Ligia Barbosa, otra de las estudiantes de Edwin, dice que quiere aprender a cocinar los fríjoles al estilo antioqueño, Miguel Guzmán, propietario de un negocio en Tunja, afirma: “No conozco Granada, Antioquia, pero es la gran oportunidad que tengo para conocer la cultura, para luego ir y conocer, es el siguiente paso”.

Giovanni Melis, un gerente de mercados internacionales de viñedos en Cerdeña, dice: “Me gusta mucho la cultura colombiana y por eso queríamos participar en esta clase”.

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Ellos son cinco desconocidos que sin saberlo estaban a punto de compartir no solo una receta culinaria, sino una lección de vida.

“Soy huérfano de madre, tal vez eso ha sido lo más durito de mi vida, que me levante sin mamá, les cuento que yo soy una persona muy echada pa’ delante, para mí no hay obstáculos, todo lo que uno se propone y lo hace con amor, llega el día en que lo logra”, manifiesta Edwin en una de sus clases.

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Este encuentro fue posible gracias a la tecnología y a la iniciativa del chef Antonio Quijano y su socia, quienes vieron en la cocina la posibilidad de unir a las familias en la cuarentena y apoyar a los campesinos.

“Las realizamos a través de un grupo de WhatsApp, nos pusimos en contacto con una organización que se llama Tejipaz, ellos han logrado hacer volver a muchas de las familias que tuvieron que marcharse de esa zona debido a la violencia que vivió nuestro país”, recuerda sobre la iniciativa el chef Quijano que se encuentra en https://www.whatcooking.co.

Además de donar lo recaudado a Edwin, su objetivo va más allá.

“Los alimentos los generan ellos, los siembra la gente de nuestro campo. A ellos les debemos nuestra existencia, realmente están en la primera línea, están en la primera línea para que podamos subsistir”, añade Quijano.

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Y aunque para muchos el resultado se mide en términos de sabor, cocción o sal, para Edwin vale más la imagen de una familia reunida y la sonrisa de recordar qué pasó en la primera clase que dio en su vida.

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