Estaciones del metro congestionadas y aglomeraciones de personas pusieron en alerta a las autoridades, que hacen un llamado al aislamiento.
Al parecer, el COVID-19 les dejó de importar por un día y decidieron enfrentarlo en las calles.
“Tanto en el metro como en las calles, en las calles no había suficientes carros y en el metro había demasiada gente, la gente se lo toma como un juego”, opinó Mateo Quintero, un transeúnte.
En las calles los buses no dejaron de circular y hasta las personas parecían que competían con ellos.
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“La gente cree que tiene derecho de abastecerse hasta hoy, porque se supone que empieza ya el toque de queda impuesto”, dijo el conductor José Luis Lozano.
Las terminales no fueron la excepción. Personas con diferentes excusas trataron de llegar a sus hogares por este medio, sin tener ningún permiso para hacerlo.
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“Se pusieron en riesgo, entonces de qué sirve la contingencia, no veo que haya un control real”, cuestionó Wilson Triana, usuario del metro de Medellín.
Ese medio de transporte, precisamente, fue sobre usado por las personas, aunque hubo servicio para todos, la congestión pudo haberle dado lugar al coronavirus.
En un 80 por ciento se redujo el tránsito de personas y vehículos en horas de la tarde.
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