Unidades residenciales e instituciones universitarias adelantan varias iniciativas que son ejemplo para el país sobre reutilización de residuos sólidos.
Cáscaras de frutas y verduras, desechos que resultan de las podas de zonas verdes y residuos de jardines, que generalmente van a parar a la basura, son ahora la materia prima para abonar plantas y jardines en Medellín.
Una pequeña máquina tritura estos residuos en segundos, y los convierte en compostaje.
Juan Carlos Restrepo, director de línea Durespo, explica que la iniciativa busca, principalmente, bajar la carga de los rellenos sanitarios, pues este material que muchos ven como contaminante es reutilizable.
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“Todo esto lo convertimos en abono, se ahorra dinero, se favorece la textura del suelo y la fertilidad de las plantas. Se puede utilizar en cultivos, en jardines, en las casas y masetas, entonces estamos aprovechando un material que es contaminante en abono”, señala.
Además de ser una iniciativa amigable con el medio ambiente representa un ahorro para quienes trabajan la tierra o realizan actividades de compostaje.
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