En la medición que se hizo a lo largo del primer semestre de este año se evidencia la pérdida de vidas y desplazamiento forzado.
También, advierte el incremento del reclutamiento forzado en más de un 113 por ciento, en relación con el mismo periodo del 2019.
Uno de estos hechos de violencia que generó mayor rechazo fue la muerte de Camilo Sucerquia, de 15 años, y Carlos Barrera, de 17 años, a manos del Clan del Golfo en Ituango, Antioquia.
El crimen se registró el 6 de junio cerca del ETCR Santa Lucía, en la vereda Quebrada del Medio.
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