Autoridades escolares, Policía y Fiscalía se reunieron para adoptar medidas que les permita volver a la normalidad.
La situación en la comuna 13- San Javier, en el occidente de Medellín, se agravó.
Los enfrentamientos entre bandas criminales no paran y ahora están afectando a cientos de estudiantes que por temor prefieren no salir de sus viviendas.
Por eso, dos colegios amanecieron con las puertas cerradas y un panorama desolador. Las actividades académicas fueron canceladas por un supuesto panfleto en el que al parecer advertían sobre varios asesinatos que se iban a cometer en zonas cercanas a las instituciones.
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“Solicitamos a la administración municipal brinde garantías efectivas para la movilidad, garantías que no conduzcan a generar más zozobra”, pidió Manuel López, el rector de la Institución Educativa Eduardo Santos.
La hermana Rosa Cadavid, directora de Derechos Humanos de la Fundación Madre Laura Montoya dijo: “las mamás que ya han perdido en otras épocas sus seres queridos, que ya les ha tocado vivir tanta situación de violencia, lo que hacen es proteger los hijos, entonces los encierran, no los dejan salir”.
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Los colegios permanecen vigilados por la Policía, mientras docentes y directivas diseñan un plan de ruta con la Secretaría de Educación.
Por ahora, Alexandra Agudelo, la secretaria de Educación de Medellín, extendió un mensaje de solidaridad con la comunidad escolar.
“No están solos, para eso estamos implementando con varias instancias, un plan integral”, manifestó.
Son pocas las personas que se atreven a hablar sobre la situación en la comuna 13 por temor a ser blanco de ataques por parte de las bandas criminales.
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Analistas en seguridad señalan que la llegada de nuevos cabecillas y la disputa por los territorios agudizan la violencia.
“De cualquier manera afloraban los problemas, Las Peñitas se enfrentan a La Agonia y en 48 horas se presentan seis homicidios y en lo que va del año nueve homicidios en esa comuna”, explicó Luis Fernando Quijano, analista en temas de seguridad.
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Con un manifiesto, rectores de ocho instituciones lamentaron el asesinato de Miguel Ángel Marín, un menor de 17 años, y pidieron a las autoridades garantías para los entornos escolares.