Aproximadamente 6 mil familias se han visto afectadas por el fenómeno de El Niño que tiene secos los ríos y quebradas que abastecían el acueducto.
Las zonas norte y oriente son las más damnificadas por la escasez; de hecho, existen sectores que no reciben el servicio desde hace más de un año.
Los caudales casi inexistentes de los ríos Piedras y Gaira, que proporcionaban el 98% del agua de Santa Marta, dificultan el bombeo del líquido.
Los habitantes de la capital del Magdalena deben caminar kilómetros o hacer largas filas frente a los camiones cisterna para abastecerse.
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La penuria ha ocasionado disputas entre familias y bloqueos en las avenidas más importantes.
Se reportaron tres protestas en distintas áreas del casco urbano.
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