“Es la única opción recomendable”, señaló la Sociedad de Ingenieros en el informe que entregó al Gobierno nacional al hacer un análisis geotérmico y estructural del edificio Aquarela, uno de los polémicos proyectos de vivienda del clan Quiroz.
Esta obra se iba a convertir en un conjunto de 5 torres de 32 pisos, de las cuales solo se pudo empezar a construir uno y que quedó suspendida en 2017.
“Era el inicio de ese monumento a la ilegalidad”, dijo el procurador general, Fernando Carrillo, durante la rueda de prensa.
“Esta historia comienza con 21 muertos en el edificio Blas de Lezo II”, manifestó el funcionario al reiterar que la única alternativa es demoler el edificio Aquarela, lo que estará a la cabeza del alcalde de Cartagena, William Dau.
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La obra generó controversia no solo por las irregularidades en su construcción, sino por su ubicación y altura, que afectaba la vista del emblemático castillo de San Felipe y, según la Unesco, ponía en riesgo el título de patrimonio de la humanidad de Cartagena .
“Hay que tomar decisiones policivas y administrativas que pongan fin a lo que ha sido lamentablemente una pesadilla y puede convertirse en una tragedia para la ciudad de Cartagena”, recalcó el procurador.
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Agregó que cuando llegue el momento, las autoridades se encargarán de reparar a las personas “que de buena fe”
compraron un apartamento en el fallido proyecto de vivienda.