Autoridades de estas dos importantes ciudades turísticas piden acatar las medidas sanitarias para evitar propagación del COVID-19.
El alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo, confirmó que tras conversación con rectores de colegios tomaron la decisión de suspender clases. “No son vacaciones. La tarea es asegurarnos que no se propague (el COVID-19) con tanta velocidad”, enfatizó.
Y agregó: “Estamos anunciando también la reducción de los aforos en un 50%. Eso quiere decir que si un comercio antes podía atender 100 personas ahora solo va a poder atender 50 para asegurarnos que exista el distanciamiento social y evitemos que se propague más rápido el virus”.
Por su parte, director del departamento Administrativo de Cartagena, Álvaro Fortich, confirmó que este lunes el alcalde William Dau decretará medidas de excepción para proteger la salud de propios y turistas.
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“Cartagena tiene riesgo no solamente por el turismo masivo sino también porque tiene una población vulnerable elevada. Igualmente, el sistema de salud es frágil y tiene sus limitaciones, por eso nosotros nos toca adelantarnos y prevenir”, enfatizó Fortich.
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