La obra completa ya casi cuatro años y nada que terminan la segunda fase. Ahora, los habitantes de Bogotá tendrán que esperar tres meses más.
El problema, aparte de las incomodidades de una vía que está en permanente obra, es que un centenar de comerciantes ha tenido que ver cómo pasan los años y sus negocios se van en picada.
Además, algunos andenes parecen verdaderas trampas mortales.
Esta obra, que se firmó durante la administración Petro, va de tropiezo en tropiezo: falta de estudios, permisos y hasta la quiebra del primer contratista la han rodeado.
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Según un estudio de Fenalco Bogotá, el 84% de los comerciantes de esta zona dijo haber visto afectadas sus ventas en al menos un 30%.
IDU dice que las obras están en un 70% de ejecución.
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