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Bodega en Bogotá usada para fiestas de hasta tres días no pudo ser intervenida por la Policía

Las reuniones, con aglomeración y sin medidas de bioseguridad, pueden empezar el viernes y terminar el lunes en la madrugada. ¿Quién le pone freno?

Fiesta clandestina Bogotá 15 de febrero.jpg

En la carrera 30 con calle séptima de Bogotá una bodega funciona desde hace semanas como centro de eventos. A simple vista es un negocio de repuestos, pero los fines de semana se convierten en fiestas masivas con DJs, pantallas, luces y hasta tarimas durante tres días, sin importar el coronavirus COVID-19 .

La evidencia son imágenes proporcionadas por un denunciante que prefirió mantener en reserva su identidad, pero que conoció del lugar porque sus hermanas asistieron a la gran fiesta electrónica a escondidas de su familia y permanecieron durante tres días en este lugar.

Tras la denuncia, Noticias Caracol visitó el sitio y encontró que al caer la noche comienzan a aparecer los jóvenes. Los vehículos van llegando y se parquean en una estación de gasolina que está al lado de la bodega, como estrategia para no levantar sospechas ante las autoridades.

Una vez les daban la señal, en grupos o parejas ingresaban al lugar. Así ocurrió durante varias horas. Los llamados porteros vigilan la calle para que no sean detectados por la Policía.

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Noticias Caracol puso en conocimiento esta situación irregular ante las autoridades. Uniformados llegaron al lugar sobre la media noche del sábado. Allí estuvieron durante dos horas golpeando la puerta y pidiendo documentos a aquellos que querían ingresar, pero que no alcanzaron.

Esperaron hasta la madrugada del domingo intentando entrar, pero la puerta se mantuvo cerrada y adentro seguía la fiesta como si nada estuviera pasando.

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Ante la situación, gran parte de los policías se marcharon, pero se dejó un puesto fijo con un grupo de uniformados esperando a que salieran los jóvenes para tomar acciones y sanciones correspondientes.

Según informantes, las fiestas generalmente terminan en la madrugada del lunes, después de tres días de rumba.

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