Pese a que las más recientes cifras en Bogotá revelan que los robos a personas han disminuido, por consecuencia de la pandemia del coronavirus, los ladrones han mutado en su modus operandi y continúan haciendo de las suyas durante el aislamiento.
La primera situación es muy frecuente en la localidad de Kennedy, allí los delincuentes aprovechan el trancón que se produce en cercanías de la central de abastos para abalanzarse sobre los vehículos, romper las ventanillas de los mismos y hurtar lo que encuentran.
La otra modalidad es protagonizada por un grupo de falsos agentes de la Dijín, los cuales engañan a las víctimas y los despojan de sus pertenencias. Se conoció el caso de una mujer que fue embaucada por estos falsos funcionarios y le robaron cerca de 7 millones de pesos.
Para Néstor Rosanía, experto en seguridad, estas situaciones se tornarán cada vez más comunes en la medida en que la crisis económica y social por el COVID-19 se endurezca.
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“Vamos a tener un efecto espejo, a mayor crisis económica, va a aumentar la inseguridad”, dijo Rosanía.
No obstante, Hugo Acero, secretario de Seguridad del Distrito, habló sobre las reducciones que la capital ha presentado en cuanto a hurto.
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“Del 1 de enero de 2020 al 30 de mayo del mismo año tenemos una reducción del 35 % del hurto a personas, es decir, 17 mil casos menos”, concluyó Acero.
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