Hacían una especie de feria para deshacerse de los enseres. Usaban a niños para ganarse la confianza de sus víctimas en Bogotá.
Su plan era hacerse pasar por inquilinos con intención de cambiar de casa. En su primer golpe llamaron a un hombre para que les hiciera el trasteo, pero en realidad lo condujeron a una trampa.
Cuando la víctima llegó a Sibaté le dijeron que esperara las pertenencias, pero lo interceptaron hombres con arma de fuego que le quitaron las llaves.
El camión hurtado lo utilizaron para un nuevo golpe. Se hacían contratar por ingenuas personas para hacer acarreos. Luego robaban a las víctimas y huían con el trasteo.
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En cuestión de segundos vendían todo lo robado. El camión lo desvalijaron.
Con todas las pruebas, agentes de la Sijin de Bogotá llegaron hasta el sitio, donde aseguran los investigadores, se reunían a repartir o vender las cosas robadas en el sur de la capital.
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En total seis integrantes de la banda fueron detenidos.