Autoridades investigan si estos artefactos pretendían ser traficados al exterior o si se usaría para cometer atentados en la capital del país.
Además de las armas y otros accesorios como silenciadores y munición, fueron incautados $68 millones en efectivo.
Las bodegas estaban localizadas en las localidades Puente Aranda y Usaquén.
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