Con los ahorros de su vida compró cuatro buses que ahora están confinados en parqueaderos. Dice que nadie se los quiere rentar, comprar ni chatarrizar.
Se trata de Héctor Julio Patarroyo, quien ganó vueltas ciclísticas en países como El Salvador, México y Guatemala.
El exdeportista señala que la Secretaría de Movilidad de Bogotá “me canceló las tarjetas en abril del 2015 y es el momento en que no he podido trabajar porque sin tarjeta de operación no pueden trabajar los vehículos”.
Dice que, aparte de eso, “la operadora en la que yo estoy no me recibe los vehículos, ni en renta ni en compra, porque supuestamente está quebrada”.
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Lo peor, afirma Patarroyo, es que por cada vehículo debe pagar 300 mil pesos mensuales de parqueadero.
“Es una situación muy dura”, recalca.
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Él hace parte de los cerca de cuatro mil propietarios de buses en Bogotá.