Arqueólogos señalan que son de 1877 y pertenecerían a los Tovar y Buendía, fundadores del municipio, por una nota que encontraron junto a ellos.
El escrito, hecho al parecer por un sacerdote, estaba dentro de un frasco y es analizado.
Los restos fueron hallados durante el reforzamiento estructural de la capilla de Nuestra Señora del Rosario.