Una puerta de cedro que había en la desmantelada olla dio el material con que jóvenes del Idiprón esculpieron el símbolo.
El proceso de talla, calado, torno y pirograbado duró más de dos meses. Este jueves, el pontífice recibió el símbolo que plasma parte de la historia de la ciudad.
“Para los jóvenes del Idipron es un privilegio poder elaborar la llave que recibirá el papa Francisco. Es un honor que esté en manos del Sumo Pontífice y una oportunidad para contarle al mundo que sí hay segundas oportunidades”, dijo el director del Idipron, Wilfredo Grajales Rosas.
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"La talla representa la historia de Bogotá, desde el sol y la luna, pasando por Bochica a briendo el Tequendama. Luego viene lo precolombino y si vamos subiendo se llega hasta la colonización, la llegada de la independencia y después lo más representativo de Bogotá", dijo el profesor Giovanny Melo quien estuvo al frente de lproceso.
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