La adolescente grabó a algunos estudiantes con marihuana y ahí empezaron los ataques. Directivas de colegio, según su familia, dijeron que no podían protegerla.
Los hechos se registraron en un colegio del barrio 20 de julio, en el sur de Bogotá.
Según la menor de edad, todo empezó porque “en horas escolares yo hice un video donde ciertos muchachos del salón estaban preparando marihuana”.
“A la salida lo mostré a las directivas del colegio, donde la orientadora y coordinación lo que me dijeron fue que tenía que borrar eso porque los muchachos se habían dado cuenta de que los había grabado (…) Que si no lo borraba no me podían ayudar en nada”, afirmó sobre la respuesta que recibió en la institución educativa.
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La joven manifestó que en el video que grabó “uno de los muchachos dijo ‘a los sapos hay que matarlos’” y tras salir de “clase los muchachos empezaron con empujones”.
“Llegando a mi casa, debajo de la puerta llegó un papel donde decía lo mismo: ‘a los sapos hay que matarlos’”, agregó.
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La madre de la adolescente sostuvo que “fue muy poca la ayuda del colegio”, donde, aseveró, le dijeron que su hija podía seguir yendo al plantel “pero que ellos no se hacían responsables de lo que pasara” fuera de las instalaciones.