Bogotanos no confían el recaudo, afirman expertos. De 140 obras financiadas con esta modalidad apenas se han ejecutado 41, según la Contraloría Distrital.
El cobro debe darse “siempre y cuando lo que se paga revierta en beneficios en el área que se vive”, opina el contribuyente Rafael Sánchez.
Fernando Pereira rechaza la contribución. “No me parece porque ya han cobrado demasiadas veces y no se han hecho los arreglos que tienen que hacer con esos cobros. Uno más no tiene razón de ser”, opina.
“La ciudadanía no ve las obras en el tiempo que se espera que la administración las entregue”, señala Yensi Contreras, profesora del instituto de estudios urbanos de la Universidad Nacional.
Para Contreras, este tipo de cobros es un instrumento muy potente en otros países de América Latina pero en Bogotá se ha deslegitimado.
Otra razón por la que hay desconfianza entre los capitalinos es la existencia de sobrecostos, dice la docente.
Ricardo Montezuma, director de la fundación Ciudad Humana, cree que la principal razón de desconfianza de los ciudadanos frente a los cobros por valorización es “una enorme desconfianza por lo que ha pasado con las últimas administraciones”.
Tanto para Contreras como para Montezuma, la valorización es necesaria pero el Distrito debe buscar otras fuentes de financiamiento. Una de estas alternativas, afirman, son los cobros por congestión.
Updated: junio 13, 2017 10:50 a. m.