¿Por qué hace ruido entre ambientalistas el Plan de Ordenamiento Territorial de Bogotá?

Expertos y Alcaldía tienen visiones diferentes sobre las áreas protegidas. Además, existen cuestionamientos por los planes para la resera Van der Hammen. 
Para Enrique Peñalosa, este POT incrementa los suelos de protección y favorece la vivienda de interés social y la vivienda prioritaria. Además, dice, cumple con los planes de manejo ambiental.
“Arborización, enormes parques, transporte masivo, una ciudad compacta que minimiza el consumo de energía, minimiza las distancias. Entonces, estamos muy satisfechos. Hicimos los ajustes que la CAR ordenó en el proceso de concertación”, sostuvo el alcalde de Bogotá.
Otra cosa consideran los ambientalistas. Ellos piensan que los ganadores son los constructores. 
“Ganan los sectores inmobiliarios, ganan los bancos, ganan los seguros, ganan los créditos hipotecarios. Se subvierte esa condición inmobiliaria por la oferta de un espacio público que finalmente va a ser reservado, va a ser privado, va ser privilegiado para gente que pueda pagar por metro cuadrado entre 8, 9, 10 millones de pesos hacia el norte de la ciudad. Eso va a generar una ‘elitización’ de la ciudad”, explicó Manuel Pérez Martínez, experto en estudios territoriales de la Universidad Javeriana. 
Otro foco de discusión son las condiciones de preservación y sostenibilidad de las periferias de Bogotá como los cerros orientales, quebradas y la cuenca del río Tunjuelito, entre otros. 
Además, para Sabina Rodríguez Van Der Hammen , nieta de Thomas Van Der Hammen y quien por años se dedicó a la protección de este pulmón ecológico, la propuesta de la Alcaldía de Bogotá sí pretende urbanizar la reserva. 
Según ambientalistas, aumentar el espacio público por habitante, de cuatro a seis metros cuadrados, generará un fenómeno de urbanización de las periferias. 
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