Corantioquia y la Secretaría de Agricultura lideran diferentes acciones de educación con las comunidades y de control ante esta especie exótica invasora.
Las autoridades ambientales en Antioquia han identificado la presencia de caracol africano en 18 municipios: Santa Fe de Antioquia, Támesis, La Pintada, Andes, Venecia, Ciudad Bolívar, Amagá, Puerto Berrío, Yondó, Jericó, Pueblorrico, Tarso, Salgar, San Jerónimo, Sopetrán, Titiribí e Hispania; ante esto anunciaron la reactivación de una mesa institucional para adelantar un protocolo de control.
Esta iniciativa busca por medio de acciones educativas que las personas aprendan a identificar la especie y proteger a otras nativas que pueden ser similares al caracol africano pero que son indispensables para los ecosistemas, como es el caso del caracol manzana (Megalobulimus oblongus) que se caracteriza por un borde color rosado que sobresale en la parte inferior de su concha.
Asimismo, las entidades y expertos manifestaron que aunque el caracol africano podría ser transmisor de vectores nocivos para la salud de las personas y tiene efectos negativos sobre los cultivos y ecosistemas, su control es sencillo y seguro, siempre y cuando se sigan las recomendaciones de las autoridades.
Características
“El caracol africano tiene cuerpo café oscuro, gomoso, con cuatro tentáculos, una concha que presenta líneas longitudinales color crema, café y violeta y puede medir hasta 20 cm de longitud y 8 cm de alto”, indicó Corantioquia.
Esta especie se alimenta de residuos de alimentos, cosechas, hojas en descomposición y heces, razón por la que es indispensable tener una buena disposición de los residuos para evitar que el animal se establezca.
Manejo y disposición
La recolección debe llevarse a cabo solamente por adultos, quienes deben cumplir con las siguientes medidas de protección: uso de guantes y bolsas plásticas, tener los pies cubiertos y proteger las vías respiratorias, en lo posible con el uso de tapabocas.
Los caracoles deben ser recogidos manualmente, incluso las conchas de individuos muertos. Posteriormente se deben disponer en un recipiente plástico, con una solución de agua con sal o cal, (¾ partes de agua y ¼ parte de sal o cal) y verificar que queden totalmente cubiertos con la mezcla. Ahí deben dejarse sumergidos durante cinco horas.
Luego de ese tiempo los caracoles deben ser aplastados para disponerlos en un hueco en tierra de 50 cm de profundidad. Luego de cubrirlos con la tierra se debe agregar más cal (10 cm) para finalmente cubrir por completo este huevo con más tierra.
Ese punto se debe señalizar para evitar que otros animales desentierren los caracoles y el lugar no podrá ser usado para siembra y otras actividades solo hasta cinco meses después de la disposición de los animales.
Quienes realicen esta tarea deben lavarle luego muy bien manos y brazos, mientras que los elementos de protección usados se deben desechar.
Corantioquia manifestó que no se recomienda el uso de molusquicidas, dado que pueden afectar a las personas y animales de compañía; y no es un método efectivo.