“Empecé con perico, marihuana y éxtasis, y llegué al bazuco, a la indigencia total. Vivía a la orilla del río Magdalena”, dijo Suaza.
Lo más duro, recordó, fue “vivir en la calle, ser rechazado, no tener sentido de vida, estar triste, estar consumiendo sin querer”.
Suaza, que empezó a consumir a los 15 años y que logró escapar de este martirio a los 35, no dudó en asegurar que “la droga lo domina a uno, uno vive para la droga.Se pierde libertad, se es esclavo de la droga”.
Narró que, gracias a Dios y al apoyo de su familia y amigos, logró alejarse del vicio. “Fui pensando hasta que tomé la decisión”, dijo, aunque admitió que fue un proceso largo y doloroso.
Updated: enero 31, 2013 11:33 a. m.