Llegan buscando trabajo y terminar vendiendo sus cuerpos, dicen autoridades sobre estos casos, cada vez más frecuentes.
“Encontramos muchas mujeres extranjeras sin legalizar su situación en el país”, aseguró Ángela Ortiz, alcaldesa de Engativá, localidad donde estaba el bar que fue allanado.
Oficiales tuvieron que utilizar todo tipo de herramientas para ingresar ante la resistencia de los dueños. Al parecer, escondían a menores de edad.
“Hemos entrado a diferentes casas de lenocinio, donde trabajan entre 5 y 6 mujeres, de las cuales la mitad son extranjeras”, añadió Ortiz.
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Aunque las jóvenes dijeron ser mayores de edad, no existen documentos en Colombia que certifiquen su versión.
Migración trabaja para verificar su identidad y saber cuándo llegaron al país.
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