En Cali se realizó la primera sanción económica a nivel nacional por llevar a cabo este tipo de comportamientos inadecuados en el sistema de seguridad.
Un trabajo conjunto entre los operadores del 123, técnicos de audio y asesores jurídicos, es el que se viene adelantando con el fin de evitar llamadas inoficiosas que se presentan en la línea de emergencias.
Dicha labor es desarrollada después de obtener el número de teléfono y la cantidad de veces que han llamado, posteriormente se remite esta información a los uniformados encargados de la parte jurídica del Centro Automático de Despacho (CAD) para que las empresas de telefonía permitan encontrar el responsable de la línea telefónica.
Mediante este procedimiento es que las autoridades identificaron en la Comuna 14 de Cali a una persona que vendría realizando este tipo de llamadas al 123 sin presentar ninguna necesidad.
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Al acercarse al inmueble, la ciudadana es notificada de las dos opciones que tendría en este escenario: aceptar lo sucedido o apelar la decisión. Sin embargo, aceptó que uno de los menores que reside en la vivienda fue quien realizó las llamadas.
Según contempla el artículo 35 de la ley 1801, esta pequeña broma le podría costar $833.325, además de la participación en un programa comunitario como parte de la sanción.
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En cifras, las autoridades señalaron que al día se presentan alrededor de 4.884 llamadas inoficiosas a la línea de emergencia, pero el proceso de identificación es más complejo cuando son realizadas de teléfonos públicos o sim card que son vendidas en puntos no autorizados.
La invitación es para que los caleños estén pendientes de los menores para que no lleven a cabo esta práctica que, además de ser sancionada, vulnera la posibilidad de atender una verdadera situación de carácter urgente.
Foto: archivo Colprensa