La Mesa de Derechos Humanos del valle de Aburrá advirtió que la cárcel El Pedregal de Medellín, donde se vive un movimiento de protesta por el hacinamiento y el reglamento rígido del INPEC, es una bomba de tiempo que puede detonar de un momento a otro.
El defensor de Derechos Humanos, Jorge Carmona, lanzó un SOS al Gobierno Nacional para que adopte medidas urgentes, ya que los internos amenazaron con tomarse el penal y la guardia del INPEC se encuentra en acuartelamiento de primer grado.
“Si esto llegara a pasar obligatoriamente tendría que haber disturbios muy fuertes y ojalá no tengamos que lamentar muertes ni cosas muy delicadas allá adentro”, dijo el defensor.
Aseguró Jorge Carmona que desde el pasado domingo 572 presos permanecen en desobediencia y no se dejan controlar por el personal de la guardia. Los internos insisten en una hora diaria de sol y visitas conyugales en celdas por un tiempo de cuatro horas.
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