A través de técnicas artísticas, 25 jóvenes contaron cómo lograron convertir sus historias de violencia en ejemplos de convivencia y resiliencia.
Jóvenes de sectores vulnerables de Cali, víctimas y victimarios de acciones violentas en la ciudad, le apostaron al arte y crearon su propia exposición. Con este paso, ahora quieren olvidar su oscuro pasado.
“Antes era un joven que andaba en dinámicas de violencia, andaba en la guerra, haciendo cosas indebidas”, dijo Carlos Eder Mina, consejero de paz de la Comuna 21.
Mediante el apoyo de la Alcaldía de la capital del Valle del Cauca y el acompañamiento de un equipo interdisciplinario, encontraron una segunda oportunidad y ahora son ejemplo de reconciliación.
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“Son más de 200 jóvenes de las comunas más conflictivas, más violentas, donde hay mayor índice de homicidios, haciendo procesos de resocialización”, aseguró Rocío Gutiérrez, secretaria de Paz de Cali.
Zapatos que normalmente son usados para señalar puntos de venta de estupefacientes, ahora, tienen plasmados los sueños de los jóvenes que participaron en el proceso.
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“Es plasmar un poco nuestra historia, cómo anteriormente vivíamos en nuestros territorios y en la forma como quisimos hacer esa transformación de personas resilientes”, señaló Marcela Urrutia, consejera de paz de la Comuna 21.
Los jóvenes aseguran que encontraron en el arte una manera de comunicar su realidad y transfigurarla.