Hijos de reclusas del Buen Pastor también pasan fiestas de fin de año tras las rejas

Salen cada día de las celdas de sus mamás al jardín de la cárcel, hasta que cumplen los 3 años. Escuche el relato de una interna con una bebé de 18 meses.

“Es duro porque las circunstancias son muy tristes”, cuenta Andrea, condenada por intento de homicidio y que concibió a su hija estando en prisión.

Lamenta que los niños no puedan ver “las luces del 24, solamente las escuchan”.

Sin embargo, dice que los niños son felices en la cárcel “porque afuera uno tiene que estar preocupado por las obligaciones de la casa, acá a pesar de las circunstancias podemos dedicarles un 90% del día a nuestros hijos”.

Cuando ella crezca, comenta, le contará de su vida en prisión, “pero que a pesar de que estuvo en una reclusión siempre tuvo lo mejor y que siempre la mamá se esmeró por darle lo mejor”.