Asegura que “hubo una revolución” en los albergues porque no había comida ni documentos suficientes para el censo, por eso regresó a su vivienda.
Su nombre es Guillermo Antonio Puerta Monsalve, tiene más de 70 años, los cuales asegura haberlos disfrutado en su puerto preferido.
Vive solo en una precaria casa y cuenta que decidió dejar el albergue para cuidar sus pertenencias.