En salones improvisados, en medio de precarias condiciones, estudian 400 alumnos. Desde hace 15 años, ¡15!, esperan que lo arreglen.
Enormes grietas han hecho que el colegio ceda cada vez más, a tal punto que algunos lugares están protegidos por ests cintas de peligro y los jóvenes toman clases en lo que ellos llaman galpones.
"La administración municipal dice que está haciendo todas las diligencias, que han ido a hablar con el gobernador, que están haciendo las diligencias con el Gobierno Nacional, pero la sensación que tenemos nosotros es que todo el mundo se bota la pelota", dice el profesor Manuel Ricardo Arias.
Updated: septiembre 30, 2017 01:56 p. m.