Comparado con otros procesos este es único. No hay otro ejemplo donde de una manera sistemática se haya tratado de incluir el nombre de las víctimas, destacó Fabrizio Hochschild, representante de la ONU, quien también pidió respeto a las partes.
Con estas doce personas se completa el grupo de 60 que se había acordado asistiría a la mesa en representación de las víctimas del conflicto armado.
En total viajaron seis hombres y seis mujeres entre los que se encuentran defensores de derechos humanos o sus familiares, políticos, un sindicalista y, por primera vez, un miembro del sector empresarial. Hay cuatro víctimas directas de los paramilitares, tres de las FARC, una del ELN, una de las bandas criminales, dos de varios actores armados y una de paramilitares y agentes del Estado.
Piedad Córdoba, exsenadora y defensora de los derechos humanos. Secuestrada por paramilitares
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Jairo Barreto, víctima de paramilitares.
Camilo Villa, víctima de paramilitares.
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Maria Susana Portela, en reemplazo del exrepresentante de Caldas Óscar Tulio Lizcano, quien tuvo un inconveniente de última hora.
Juan Manuel Hernández, víctima de las FARC
Domingo Tovar Arrieta, víctima de varios actores.
Gloria Cecilia Londoño, víctima de paramilitares.
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Francia Márquez, víctima de bandas criminales.
Mauricio Armitage, víctima de las FARC.
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Nilson Antonio Liz Marín, víctima de varios actores.
Isabella Vernaza Paredes, víctima del ELN.
Magda Correa de Andreis, víctima de paramilitares y Estado.
Al ser preguntado por la presencia de Córdoba, cuya participación se filtró unos días antes y generó algunas críticas, Hoschild afirmó que "ha sufrido muchos hechos victimizantes", como amenazas de muerte, "ataques graves a su dignidad como persona", además de intentos de asesinato, secuestro y exilio.
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