Son en total 28 familias las que se encuentran afectadas en el barrio Manrique, del nororiente de Medellín, ante, según ellos, el incumplimiento de la constructora con la que habían llegado a un acuerdo de vivienda.
En su mayoría son madres cabeza de familia las que ingresaron al proyecto que ya cumple cinco años de haber paralizado las obras.
Al día de hoy las viviendas no cuentan con los servicios públicos básicos, ni agua, tampoco redes de gas ni de electricidad.
“No estoy invadiendo porque es mi propia vivienda que desde hace diez años estoy pagando de un proyecto que aún no ha sido entregado”, afirma Ofelia Flórez, propietaria afectada.
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Afirman, además, que en un principio pagaron la cuota inicial del proyecto de vivienda y al día de hoy nadie les responde.
Representantes legales afirman que esta situación se ha dado por un embargo en el que se encuentra la construcción, además del vencimiento de la licencia.
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“Pedimos que en vez de sacarnos, nos colaboren acondicionando la luz y el agua, ya que hemos invertido mucho dinero en el proyecto”, añade Harold Vélez, afectado por esta situación.