¿Qué hacían unos inusuales pero sigilosos nadadores alrededor de un navío a altas horas de la noche?

Cámaras de seguridad captaron el momento en que dos individuos realizaban sospechosos movimientos entorno a un barco y, posteriormente, huyen cerca de un manglar.
Fueron unidades de la Policía Antinarcóticos quienes lograron descifrar el comportamiento de dos nadadores que se encontraban a altas horas de la noche sobre las aguas mientras un barco esperaba si turno de carga en el puerto de Buenaventura, en el Pacífico colombiano.
Sobre el navío, que portaba una bandera mexicana, los dos individuos realizaban inusuales movimientos que fueron captados por cámaras de la zona pero que, debido a la oscuridad, se les perdió el rastro cuando huyeron cerca de un manglar.
Cuando los uniformados se alistaban muy de madrugada para iniciar las inspecciones a los cascos de las motonaves, en una operación que incluye una inmersión subacuática, ayudados con elementos de alta tecnología como trajes de neopreno y linternas, se incorporan a la helada agua que en horas de la madrugada disminuye su temperatura y se encuentran con importante cargamento.
A más de 15 metros de profundidad, el jefe que lidera los movimientos de los buzos, recibía la primera señal positiva, alzando la mano indicaba que había un objeto extraño adherido a la quilla de la embarcación, este método usado por las organizaciones narcotraficantes se le conoce como “método parasito”.
Se trata de una prensa sujeta la maleta a los ganchos del barco, esta tiene que estar bien asegurada para soportar el viaje de más de 13.694 kilometros por el océano Pacifico.
Durante los 20 minutos que duró la inmersión, los buzos de la Policía hallaron tres tulas de color negro, cuidadosamente las retiran de las estructura de la embarcación para evitar la pérdida de su contenido.
Con el contenido ya en la plataforma, se abren las maletas y en el interior se encuentran 105 kilos de clorhidrato de cocaína distribuidos en paquetes rectangulares con unos logo símbolos de un “lobo”, esto para identificarlos y saber su procedencia.
La sustancia había sido impermeabilizada con bolsa plástica sellada al vacio para evitar el contacto con el agua. De acuerdo al análisis hecho por los investigadores, la siguiente parada una vez el barco zarpara del puerto, seria México en Manzanillo.
Un envío con las mismas características en las marquillas, le fue incautado a la organización de Ismael Zambada García “Mayo” por lo que se puede asegurar que esta organización estaría esperando el envío para su comercialización en los países del norte.