Fueron más de 180 personas las que fueron privadas de su libertad, mientras se celebraba la eucaristía dominical.
Se cumplieron 20 años del secuestro masivo de 180 feligreses los cuales se encontraban en una misa, que se estaba celebrando en la iglesia La María, sur de Cali.
Como un sentido homenaje a las víctimas de este doloroso hecho, se lanzó en Miami un libro, el cual cuenta las experiencias que se vivieron durante este doloroso hecho.
El suceso tuvo lugar el domingo 30 de mayo de 1999. Allí, más de 100 familias que asistían a la misa dominical, vivieron los más aterradores episodios de sus vidas, cuando guerrilleros del ELN secuestraron a los feligreses.
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Entre ellos estaba Luis Ragorri, en compañía de sus dos hijos, dos pequeños de 3 y 7 años, los cuales recuerdan con dolor los momentos durante el cautiverio.
“Haber dejado a mis hijos al borde de la carretera, con una vecina y comenzar a caminar montaña arriba hacia Los Farallones, en ese momento oí los helicópteros, la metralla, las bombas, fue demasiado doloroso, no lo olvido”, relató Luis Ragorri.
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Los pequeños fueron rescatados, al mismo tiempo que Luis iniciaba una travesía de dolor y angustia, la cual se extendió por 165 días.
“El techo era una bolsa plástica. Estuvimos en 26 sitios diferentes, a cuatro grados centígrados, allá arriba en Los Farallones”, continuó su relato Ragorri.
Tras su liberación, Luis emigró a Estados Unidos y hoy su historia, como la de otras familias que vivieron el horror del cautiverio, hacen parte del libro “Rehenes en misa”, el cual se publicó en inglés y español.
La autora de esta publicación es Julia Becerra, ella relató los motivos que la llevaron a plasmar en el papel esta triste historia.
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“Tenemos que hacer un reconocimiento a esas víctimas. Tenemos que traerlas a la luz. Decirles que lo que ellos hicieron valió la pana, son personas valientes que tienen coraje”, dijo la escritora.
El objetivo de este libro es que la historia que vivieron los feligreses siga vigente, que la gente no pierda la perspectiva y que las víctimas no sean olvidadas.
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