Las seis muertes violentas que se presentaron este fin de semana en Medellín revelaron que la ciudad se sigue teñida de violencia e intolerancia.
A pesar que en el número de homicidios se registró una disminución en el comparativo con el año anterior, el número de riñas y peleas callejeras continúa siendo muy alto.
“Hay muchas riñas, pero eso obedece a los excesos y muchas veces intolerancia, pero se pudo conciliar oportunamente por la reacción de los cuadrantes cuando ocurrieron las mismas”, dijo el General José Gerardo Acevedo, comandante Policía Metropolitana del Valle de Aburrá.
En el municipio de Caldas, un enfrentamiento entre dos hermanos terminó con la vida de uno de ellos y en el corregimiento de San Cristóbal, occidente de Medellín, otra riña entre familiares le causó la muerte a un hombre.
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“En ambos fueron riñas entre hermanos, en uno fue con golpes con objeto contundente. Acabó con la vida de su otro hermano y el otro fue con arma blanca. En ambos hubo reacción y se capturaron a los mismos”, agregó Acevedo.
Según las autoridades, el consumo de licor fue el causante de la mayoría de las riñas. Sin embargo, la Policía reportó que con respecto a las cifras de 2014, los homicidios bajaron de 18 a seis casos por esta fecha de la celebración del Día de las Madres.
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