Son cuatro comerciantes de San Luis, un municipio en el oriente del departamento, quienes además le pidieron a la Alcaldía municipal contratar con los pequeños empresarios.
Estas iniciativas ejemplares demuestran cómo los dineros para las ayudas alimentarias se han manejado de forma eficiente en esa localidad.
“A mí me tocó conseguir cuatro comerciantes más y entre todos nos asociamos para poder traer la mercancía porque era un dinero demasiadamente grande”, dijo Jorge Buriticá.
Él mismo, relata, reunió a otros tres comerciantes para esa labor.
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“Los comerciantes con los que me reuní para eso fueron César Giraldo, del granero Barrio Obrero, y Luz Dary, de un granero que llama San Luis; y Carlos Gómez, del granero Contegral. El mercadito está entre 95 y 105.000 pesos”, explicó el pequeño comerciante.
“Eso le costaba a cualquier ciudadano que venga a comprarlo en una tienda. No porque se le vendiera a la Alcaldía, tendría que ser más costoso. Y la Alcaldía debería contratar siempre con las personas del mismo pueblo y no con las grandes empresas”, añadió.