De $226.000 millones concedidos hasta el 8 de abril, $213.566 millones han ido a grandes agroindustriales y $12.500 a medianos y pequeños productores.
El caso de la línea especial de crédito Colombia Agro Produce tiene en vilo al ministro de Agricultura, Rodrigo Enrique Zea, y dos entidades nacionales más.
Las alarmas las encendió hace una semana la Contraloría General de la República, cuando identificó que el 90% de los recursos de esta línea estaban concentrándose en manos de los grandes comercializadores y no en los pequeños productores.
Francisco José Mejía, presidente del Banco Agrario, había dicho que “los primeros créditos que se aprueban son los de grandes productores, porque normalmente tienen cupos con la banca. Los otros créditos en la medida que van pasando los días, se van procesando y se van desembolsando, pero al final los más beneficiados serán pequeños y medianos”.
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La presunta irregularidad hizo que el fiscal general, Francisco Barbosa, iniciara una indagación “de entidades del orden nacional, Departamento Nacional de Planeación y Finagro en el marco de un trabajo que se ha hecho con la Contraloría General de la República y la Procuraduría, en donde hay un aforado constitucional, en este caso con una noticia preliminar abierta, que es el ministro de Agricultura".
La Contraloría informó que algunos créditos cercanos a los 33 mil millones de pesos fueron cancelados, es decir, sus destinatarios solicitaron suspender los desembolsos.
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