“Era la que alegraba la casa”, recuerdan sus compañeros del Colegio Jesús de Nazareth en Fundación, Magdalena.
Los colores preferidos de Génesis Rúa, de 9 años, eran el blanco y el rosado, y su sonrisa, dicen quienes la conocieron, era lo que la identificaba.
“Era una peladita alegre, muy juiciosa, no era grosera”, afirma su abuela Carmen Polo.
Pintaba, sabía multiplicar y le encantaba leer a García Márquez, cuentan sus profesores.
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Génesis además era goleadora, prefería un balón de fútbol a una muñeca. Su técnico, Julio Viloria, la recuerda con nostalgia.
“Se destacaba en su posición adelante. Le pegaba duro al balón e incluso en los cobros de un penalti a ella no le gustaba que se le corriera el espacio siquiera dos metros, no, ella cobraba desde los once, doce pasos”, sostiene.
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La pequeña falleció el sábado pasado a manos de su vecino Adolfo Arrieta, que confesó el crimen, pero no aceptó cargos.
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