Gobierno debe proteger espacios territoriales donde están los desmovilizados de las FARC para que los disidentes no los recluten de nuevo, dijo el analista.
El subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación manifestó que el regreso a las armas de Iván Márquez, Jesús Santrich, Romaña y el Paisa
conlleva a que esta “disidencia política” se una a la “armada encabezada por Gentil Duarte”, quien se apartó del proceso de paz antes de su firma.
“La disidencia armada no podía crecer por falta de mandos y esto va a llevar seguramente a que, si esos mandos llegan a esa disidencia armada, va a haber un crecimiento”, subrayó el analista Ávila.
Según él, son 23 los grupos ilegales que surgieron tras la desmovilización de las FARC y que delinquen actualmente “en 85 municipios y los componen más o menos 1.800 exguerrilleros. Es un problema que todavía se puede controlar, aunque han ido creciendo en el subterráneo muy fuertemente”.
Con el anuncio de los tres exjefes guerrilleros, explicó, estos delincuentes “van a ir a reclutar a antiguos excombatientes. Entonces el Gobierno tiene que proteger los espacios territoriales de capacitación y reincorporación, garantizar la reincorporación, garantizar los acuerdos y evitar que siga creciendo”.
Además, destacó el analista que este nuevo grupo ilegal no se haga más fuerte “va a depender de la operatividad de la Fuerza Armada”.
“Si hay operatividad, si hay contundencia, esto se puede controlar. Si no, desafortunadamente vamos a volver a tener un conflicto armado político que era lo que queríamos dejar atrás con la firma del acuerdo de paz”, concluyó.
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