Su verdadero nombre es Luciano Marín. Desde 1977 comenzó a colaborar en las redes de apoyo de la extinta guerrilla para luego ser uno de sus comandantes.
Márquez fue jefe del bloque suroccidental de las FARC.
Para el departamento de Estado de EE. UU., el exguerrillero dirigía la estrategia de drogas del grupo ilegal y ofrecía una recompensa de 5 millones de dólares por su captura.
Durante cuatro años hizo parte de la mesa de negociación en La Habana, Cuba. Tras la firma del acuerdo de paz, fue miembro de la comisión de seguimiento, impulso y verificación a la implementación del proceso.
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Márquez renunció a la comisión y se trasladó al espacio territorial de Miravalle, donde también estaba alias el Paisa. Ambos desaparecieron de esa zona.
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Márquez se apartó del seguimiento al proceso tras la captura de Jesús Santrich, acusado de narcotráfico por EE. UU. Ese Gobierno también capturó a Marlon Marín, sobrino del ahora jefe de las disidencias de las FARC.
Aunque junto al Paisa afirmaron no tener intenciones de volver a la ilegalidad, se desconocía su paradero.
Márquez desatendió varias citas en la Jurisdicción Especial para la Paz, por lo que el tribunal abrió un incidente de incumplimiento.
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