Al ya alto desempleo se suma la llegada masiva de venezolanos, lo que ha empeorado la situación. Faltan las soluciones integrales a la zona de frontera.
En cada esquina de Villa del Rosario hay un ciudadano del vecino país. Unos llegan divagando, otros hambrientos y otros buscando oportunidades para salir adelante.
Edward vende unos 50 vasos de chicha caraqueña, saca ganancias de diez mil pesos diarios con los que debe llevarle comida a su familia en Venezuela.
"Yo tengo una hija y, bueno, todos necesitamos; que se pongan la mano en el corazón y nos dejen trabajar", dice.
Ellos aseguran que no todos son delincuentes y que hoy más que nunca piden que les tiendan una mano.
Pero la realidad es que la llegada masiva de venezolanos menguó las posibilidades, que ya eran mínimas, de obtener empleo en una ciudad como Cúcuta.
Los expertos aseguran que aquí hay desplazamiento laboral, lo que ha convertido a la capital de Norte de Santander en la segunda ciudad con mayor nivel de desocupación en el país.
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"La gente que estaba trabajando en Cúcuta, formal o informalmente, ha sido desplazada y ha quedado sin trabajo", dice Carlos Luna, presidente de la Cámara de Comercio.
Piden a los candidatos al Congreso y a la Presidencia no politizar la crisis.
"Y que nos ayuden con recursos para generar unos empleos temporales que puedan subsanar las necesidades de estas familias", dice Pepe Ruiz, alcalde de Villa del Rosario.
Para otros la solución de la crisis tiene que tener un profundo componente en educación y alternativas en carreras técnicas para los más jóvenes.
De lo contrario, temen que va a ser incontrolable la delincuencia.
Les preocupa a los estudiosos de la frontera que hasta este momento no se conoce de los candidatos al Congreso, ni a la Presidencia una propuesta factible para evitar que la crisis de la frontera siga creciendo.
Updated: febrero 19, 2018 08:47 p. m.