El juicio disciplinario al general Óscar Atehortúa inició este martes, pero fue aplazado por solicitud de la defensa, que pidió tiempo para estudiar el caso. La diligencia continuará el próximo 2 de junio a las 9:00 a. m.
Son cuatro cargos los que pesan contra el oficial. Están relacionados con anomalías en contratación, anomalías en un proceso disciplinario en el que no se declaró impedido, extralimitación de funciones y tráfico de influencias.
Según la Procuraduría, el persistente incumplimiento del contratista de esta obra de un valor de 10 mil millones de pesos obligaba a Atehortúa a proteger los derechos de la entidad, para lo cual debió adelantar una revisión que al parecer no se hizo.
El segundo cargo del Ministerio Público es que no se declaró impedido tres años después, cuando siendo inspector de la Policía llegó el caso a su dependencia.
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El tercero reviste para la Procuraduría una falta gravísima y es la extralimitación de funciones.
También responderá por supuesto tráfico de influencias ya que, según el Ministerio Público, como director de la Policía Nacional, al parecer, utilizó indebidamente influencia para que no se diera curso a una actuación disciplinaria, pidiéndole al general William Salamanca, inspector de la institución, sacar el equipo de inteligencia y en la misma conversación le anunció que lo mandaría a vacaciones durante 400 días.
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De otro lado, la Contraloría exoneró de responsabilidad fiscal al general Óscar Atehortúa por el proyecto conocido como ciudadela fiscal CENOP en San Luis, Tolima.
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